Se congregó a más de 190 personas, entre estudiantes y profesores de arquitectura y urbanismo de la UAM y de otras instituciones, así como profesionales y especialistas interesados en la temática del seminario.
Asimismo, muchos más pudieron seguir desde lugares remotos las conferencias e interactuar con los ponentes vía internet, en la modalidad de video streaming en la página www.cyad.tv En los temas se abordaron situaciones y proyectos específicos en ciudades y se mencionaron casos en muchas más, ubicadas en: México, Colombia, Bolivia, Perú, Venezuela, Chile, Argentina, Haití, EUA, España, Portugal, Polonia, Grecia, Italia y Francia En los últimos años es un hecho que la situación política, social y económica mundial ha estado determinada por crisis; sin embargo, y a pesar de este contexto adverso, continúan proliferando las ideas urbanísticas, ya sea porque los tiempos de crisis estimulan los grandes planteamientos arquitectónicos y urbanísticos o porque vivimos en una sociedad dominada por el conocimiento, la innovación y el rápido desarrollo tecnológico. La transformación de nuestras metrópolis maduras o emergentes en ciudades sustentables, que incorporen las nuevas tecnologías urbanas solo se lograrán si los procesos de cambio se extienden por un periodo de varias décadas de manera continua; esto se puede conseguir sumando muchas estrategias y acciones urbanísticas bien estructuradas que se adaptan con el tiempo. Las prácticas arquitectónicas y urbanísticas de representatividad, competencia, eficiencia y alta tecnología no deben oponerse a la construcción de un ambiente urbano sustentable, deben orientarse a promover una calidad de vida elevada y el equilibrio social. Eso es lo que fundamentalmente propugna el concepto de la ciudad inteligente. Las ideas urbanísticas hacia la ciudad inteligente se instrumentan en políticas públicas y diversos proyectos, en lugares muy diferentes del planeta determinados por situaciones específicas, basadas en: infraestructura urbana eficiente y durable de agua, electricidad, telecomunicaciones, gas, sistemas de transportes, servicios de urgencia y seguridad, equipamientos públicos, edificaciones que incorporen nuevas tecnologías, todas orientadas a mejorar el confort de los ciudadanos, siendo cada vez más eficaces y brindando nuevos servicios de calidad, garantizando el uso prudente de los recursos naturales no renovables y la energía.